viernes, 13 de agosto de 2010

Viaje a la sobriedad.

Al momento de depositar el boleto del metro, su mente viajaba dos estaciones atrás de él. El éxito, la camisa bordada con sus iniciales que le daba un magnifico estatus entre los estatutarios; su vida, todo en ruinas.

Bajó con la mirada gacha las escaleras, abrió la chamarra y extrajo de ella la botella de alcohol casi llena, la botó al cesto de basura.

Su mente avanzó velozmente, él estaba ya en el andén cuando ella iniciaba su marcha una estación atrás de él.

Sabía que sin ayuda jamás saldría de su adicción, desdobló el folletín con la dirección del grupo de apoyo, a modo de juramento se inclinó como para recoger su dignidad del suelo justo en el momento en el que su mente arribó a bordo del tren naranja a la estación, entonces, su mente alcanzó de un golpe a su cabeza llevándolo de inmediato, a su destino.


Due® 13.08.10

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